Reseña de la novela La perra

La perra - Pilar Quintana - Reseña de la novela
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La perra es una novela que me ha llamado la atención por varios aspectos, entre ellos: el final tan inesperado, el lugar en el que transcurre (un pueblo en la costa del Océano pacífico colombiano) y el hecho de que incluya ilustraciones en la publicación. Sin duda, su final tan estrepitoso contribuyó a que su autora, Pilar Quintana (Cali, Colombia, 1972), ganara el Premio Biblioteca de Narrativa Colombiana 2018. Pero no solamente. Su escritura directa, sin florituras, sus capítulos cortos, tanto como el tema y la atmósfera en que transcurre el drama hicieron que fuera inevitable devorar el libro. Tampoco es una novela muy larga: 138 páginas con una letra muy grande con un diseño de página muy al estilo Alfaguara: con mucho espacio entre el cuerpo del texto y los márgenes. ¿Porqué esta novela tiene ilustraciones?

QUINTANA, Pilar. La Perra. 2017. Alfaguara. Bogotá. 2023
138 páginas
5 ilustraciones de Santiago Guevara

La escritora colombiana Pilar Quintana (premio Alfaguara 2021 con la novela Los abismos) ha generado positivos comentarios con la novela La perra; por ejemplo, los autores colombianos Juan Gabriel Vásquez y Héctor Abad Faciolince dicen respectivamente: “Quintana hace maravillas con su prosa desilusionada, sobria, poderosa” y “Dura y hermosa. Quintana usa un lenguaje muy económico, sobrio, casi lacónico. En su gran economía deja la impresión de que nada le sobra”. El comentario que mejor describe esta novela, diría yo, es el que hace la periodista y escritora argentina Mariana Enríquez: “De este libro se sale distinto. Hay aquí una mirada sobre la maternidad, la crueldad y lo inexorable de la naturaleza – el paisaje selvático, tan hermoso como brutal, de la costa colombiana- que resulta inolvidable”. Pilar Quintana es una de las autoras más reconocidas de la literatura colombiana contemporánea.

Ciertamente, maternidad, naturaleza, costa colombiana, Océano pacífico, crueldad, y como no, perros y perras, son ingredientes clave en la cocción de esta obra. Se sale distinto por el final inesperado y chocante que ofrece (hay que leer el libro), y porque la novela te lleva desde el sentimiento de maternidad que invade a la protagonista, Damaris, hasta un sentimiento muy contrario con el que cierra la narración.

La novela empieza con la adopción de una perrita, Chirly, y termina con la misma perrita pero ya adulta. La perra es un personaje que expresa algo muy humano y también muy cultural: el vínculo con los animales de compañía, la manera en que ponemos sobre ellos nuestras ideas, miedos, alegrías, culpas y necesidades, y la forma en que los tratamos, culturalmente determinada.

En ese sentido, la novela también es hábil en revelar un paisaje, natural y cultural, muy interesante: el de los pueblos pobres y húmedos en la costa del Océano pacífico colombiano. Pueblos donde una población predominantemente afroamericana vive entre la riqueza natural y la pobreza económica. “Esta selva es horrible” dice Damaris. Desde ese punto apartado de la geografía, la novela logra expresar el sistema de clases propio de Colombia, en el que se nota la herencia multicultural, blanca, india, mestiza y negra de ese país.

Los nombres de los personajes también se reconocen muy propios de ese territorio; el episodio en el que Damaris y su marido Rogelio visitan a un curandero indígena, un jaibaná; la culpa de Damaris debido a que no puede concebir; las desgracias de sus allegados y las suyas propias; la demencia senil de la señora Rosa; todo lo anterior, y más, hace que la novela permita tener anclas en lo local y en lo global que permiten el acceso de lectores de cualquier parte. Seguramente, sus futuras traducciones así lo comprobarán.

“Damaris ni siquiera tuvo un atraso, y el jaibaná les dijo que ya no podía hacer nada más por ellos. De alguna forma fue un alivio, pues el sexo se había convertido para ellos en una obligación. Dejaron de hacerlo, al principio tal vez solo para descansar, y ella se sintió liberada, pero al mismo tiempo derrotada e inútil, una vergüenza como mujer, una piltrafa de la naturaleza” (2023: 25).

¿Esta novela es un cuadro costumbrista? Por ejemplo, narra hábitos de vida, costumbres muy localizadas en esa costa del departamento del Chocó colombiano. Incluso da cuenta de esas barbaries cotidianas que, a lo ancho del mundo, encuentran maneras propias de expresarse: la gente del pueblo, en general, no le importaban mucho los afectos hacia los perros y las mascotas, como si pueden importar a la gente de las ciudades: “Muchas veces Damaris había visto desde el acantilado cómo tiraban a la caleta una camada entera de perros o gatos para que se los llevara la marea” (2023: 97).

El final inesperado revela la facción rabiosa y más dolida del carácter del personaje de Damaris. Una gran culpa, insoportable, la lleva a fugarse y perderse en lo profundo de esa selva terrible.

Ilustración de un perro nadando - novela la perra
Ilustración de Santiago Guevara
Ilustración de un Jaibaná - Novela La perra
Ilustración de Santiago Guevara

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Autor: Julián Bueno

Escribir reseñas y análisis de libros es una manera de volver a ellos a través de nuestros apuntes. En Lectura-abierta.com todo el mundo está invitado a publicar sus experiencias de lectura. Soy antropólogo y consultor digital, me interesan los contenidos en internet, la literatura, la filosofía y el arte.

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