¿Qué es leer a Li Po hoy?

Libro de Poemas de Li Po
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En su juventud, Li Po vivió como eremita. “¡Oh luna! ¡Oh sombra! Seréis mis inmortales amigas. Ya nos reuniremos algún día en el cristalino mundo de las estrellas” dice uno de sus poemas. En su obra literaria se lee una conexión directa con el mundo, con esas presencias naturales, ineludibles, como la montaña, el lago, las nubes, las estrellas. En otro poema se lee: “El cielo es nuestra manta, y la tierra, nuestro lecho”. Li Po, también escrito en Occidente como Li Bai y Li Pai, vivió en el siglo ocho (701 – 762) durante la dinastía Tang, y junto a Du Fu, es el poeta más importante de y la literatura china. Li Po ve el horizonte y de una bocanada visual se llena. Contempla valles, montañas, cascadas y siente la hermandad de estos fenómenos con su propia esencia. Li Po, un poeta influenciado por lecturas y principios taoístas y confucionistas, ha dejado una huella importante en la literatura y la poesía universal. En esta página se incluyen algunos poemas suyos, como el siguiente:

A mi amigo Yuan Daqiu, que mora en la montaña
Moras en la montaña de Levante,
deleitándote con la belleza del paisaje.
Desde tu lozana primavera
te acuestas en la solitaria selva.
Y duermes todavía
cuando el sol ya calcina.
Las mangas de tu túnica se limpian
con la brisa de los pinos.
Tu corazón y tus oídos se purifican
con el arroyo que serpentea entre peñas.
¡Cuánto te envidio!
Alejado de rumores y contiendas,
reposas con una nube diáfana
bajo tu cabeza.

¿Qué enseña la poesía de Li Po hoy? Enseña a contemplar. En sus textos se sienten las estaciones, el gozo del viajero, la luna, la vida del ermitaño, las estrellas y una “salida de lo humano” al comulgar con lo natural. Contemplar es dejarse invadir por lo exterior, detener o salir del pensamiento egocéntrico, detener el monólogo mental y llegar a sentirse parte del todo. Contemplar es algo que hacemos muy poco actualmente; no sé si podamos llamarle “contemplar” al hecho de ver una película, o ver las redes sociales, ir de un vídeo a otro, cotillear fotos o embelesarse con imágenes fantásticas hechas con IA. Contemplar viene de Cum y Templum, es decir, conjunto, en compañía, y templo, lugar sagrado. Contemplar la naturaleza da algo más que la contemplación de las obras humanas, en su conjunto la naturaleza tiene una cualidad especial y con la fuerza suficiente para arrojarnos afuera de nosotros mismos. El Filósofo Byung-Chul Han también ha difundido, en libros como La sociedad del cansancio y Vida contemplativa, los beneficios de la contemplación frente al frenetismo digital y laboral del siglo XXI.

Los poemas “Contemplando la cascada de la montaña Lu Shan” y “Visita a mi maestro Yong en su ermita” esa cercanía con lo natural, con lo silvestre, está presente; una posición alejada de lo “normal”, del humano social, del trabajo duro y de las fatigas, y un acercamiento al mundo, al “mundanal silencio”, al decir de Raimon Panikkar.

Contemplando la cascada de la montaña Lu Shan
El sol enciende su Incensario,
que exhala un vapor violáceo.
Lejos una cascada
cuelga de la montaña.
En un vertiginoso vuelo
rueda mil pies hacia abajo.
¿Estará la Vía Láctea cayendo
de lo más alto del cielo?

Visita a mi maestro Yong en su ermita
Rodeado de picos que tocan el cielo,
vives en plena libertad, olvidando los años.
Aparto las nubes y busco el antiguo sendero.
Y recostado en un árbol,
escucho el susurro del arroyo.
Entre flores primaverales,
los búfalos negros se acuestan,
y entre pinos erguidos,
las grullas reposan.
Con nuestras voces, el crepúsculo cae sobre el agua.
solo, desciendo en medio de las brumas y el frío.

Li Po también es reconocido por ser amigo del vino, además de ser amigo de la Luna. Y, de muchas formas, la contemplación es un tipo de embriaguez. Li Po también fue espadachín y viajero, llegando a ser un gran bebedor. Vivió en la edad media china y hay diversos temas en sus poemas que reflejan esa época. El gozo del viajero y la añoranza profunda de la mujer por su hombre que ha partido a la guerra, la milicia y la cacería, son temas de la cultura de la caballería china de aquella época. “¡Cuánto deseamos liquidar al tirano Lou Lan!” dice en un poema.

Otros poetas han usado la figura del vino y la embriaguez para hablar de estados espirituales; antiguamente, la copa, o el vaso, era un símbolo del corazón, una copa llena, por lo tanto, un corazón lleno, y “beber” de esta intensidad un camino hacia la embriaguez espiritual. Los antiguos egipcios representaban el corazón con un vaso, como se ve en el papiro “El juicio de Osiris”. Merece la pena leer aquí el poema de Li Po “Bebiendo con el ermitaño en la montaña”.

Bebiendo con el ermitaño en la montaña
Rodeado de espléndidas flores,
hemos bebido, frente a frente
una copa tras otra.
Retírate ahora,
ya estoy embriagado
y tengo que dormir.
Si quieres, vuelve mañana
y trae tu cítara.

Se sabe que Li Po era de familia acomodada, que había estudiado, que era bueno con la espada y que había participado en la guerra. Era ilustrado y tenido por una gran persona, pero sus poemas le han transcendido y es en estas letras donde encontramos la huella de una sabiduría. De alguna forma Li Po era un existencialista del medioevo chino al que le iba bien el vino, un tipo de Bukowski taoísta. Lo expresa así:

Despierto de la embriaguez en un día primaveral
La vida es un largo sueño.
¿Para qué abrumarla con fatigas?
Por eso, todo el día estoy ebrio.
Abatido, me acuesto
junto a una columna de la puerta.
Al despertar,
miro más allá del patio,
y veo un ave que canta entre las flores.
La interpelo:
“¿En qué estación del año estamos?”,
“¡Vaya pregunta!
¿No ves que es la primavera
quien hace hablar, con su brisa,
a la oropéndola vagabunda?
Conmovido, quiero arrancarme un suspiro.
Mas prefiero volver a servirme vino.
Canto en voz alta, esperando la luna.
Al terminar, todo queda en el olvido.

Leer a Li Po hoy es una invitación para detenerse. Parar, dejar todo a un lado, aunque sea por un momento, y sentir lo básico y lo sagrado al mismo tiempo: la brisa, el cauce del río, las nubes en el horizonte sobre el estable mar, sentir la tierra, sentirse en el paisaje. Alejado de todo barroquismo, las traducciones de Li Po que leemos en castellano son simples, y por eso enormes. No obstante, hay quienes leen muy rápido y no alcanzan a escuchar el eco de esos versos antiguos.

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Autor: Julián Bueno

Escribir reseñas y análisis de libros es una manera de volver a ellos a través de nuestros apuntes. En Lectura-abierta.com todo el mundo está invitado a publicar sus experiencias de lectura. Soy antropólogo y consultor digital, me interesan los contenidos en internet, la literatura, la filosofía y el arte.

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