El libro se llama En el nombre de la madre porque, siguiendo a Erri de Luca, en el nombre del “padre” inaugura la señal de la cruz (cuando una persona “se echa” la bendición), mientras que en el nombre de la “madre” se inaugura la vida. Este libro hace un homenaje a las madres porque recuerda cómo en el centro del cristianismo la divinidad recurre a la mujer. Incluso encarnando este epicentro, la mujer ha sido discriminada, escondida y menospreciada en la sociedad judeocristiana por siglos. Esta entrada es una breve reseña comentada al libro.
No conocía nada de Erri de Luca antes de este libro. Tenía cierta prevención de que fuera una propaganda católica. Pero me equivoqué, es otro tipo de obra que, sin desentonar con los relatos de los evangelios, sumerge al lector en la mente y corazón maravillados de Miriàm, una mujer fecundada por el viento de marzo.
En el nombre de la madre Miriàm
El significado del nombre hebreo Miriàm es mujer a quien Dios venera, tal vez por eso el viento de marzo trajo al ángel con el mensaje. Dice el autor “un polvillo blanco la embistió dejando huella en su cuerpo”.
¿Cómo ha logrado Erri de Luca escribir desde la mente y los sentimientos de Miriàm? Este autor ha logrado llevarme a la mente y corazón de una mujer que vivía un fenómeno inexplicable, a la vez enmudecedor y maravilloso. Erri de Luca me ha persuadido, me ha convencido de saber cómo pudo haber sido llevar una gestación mística.
El autor ha probado ser un gran escritor con este libro, un poeta, al lograr ponerse en el lugar de una mujer que declara ser el recipiente de la divinidad. Y como poeta ha revelado el sentimiento profundo de una mujer que dice a su hijo “… estás colocado dentro de mí por un álito de palabras, no por semillas. Estarás hecho de viento”.
Miriàm fecundada por un tipo de Zeus
Simplemente, decir que aquella mujer fue fecundada por el viento, o por un mensaje, o por un polvillo que la embistió dejando un impacto en su cuerpo, recuerda a Zeus transformado en polvo de oro para poseer a Danae, madre de Perseo.
Perseo, hijo de mujer y de dios, un héroe, un salvador. Zeus, conocido como Amón en Egipto. Amón, asociado al viento, conocido después como Amón Ra, asociado al Sol, principal dios de los egipcios, rey de los dioses.
El relato tiene el acierto de ir al punto más humano de algo monumental. La reproducción de la divinidad en el cuerpo del ser humano femenino. Se trata de una acción tan intensa, con tanto peso simbólico, que cualquier análisis será insuficiente. En el relato también se habla de Iosef, tal vez el hombre más comprometido del universo, pero el libro es sobre Miriàm, sobre al mujer como centro y única posibilidad de la historia del cristianismo y los últimos 21 siglos.
Miriàm, Ieshu y un relato femenino
En el nombre de la madre es un relato muy humano y femenino que sumerge al lector en la experiencia y sensaciones corporales de una gestación fecundada con palabras, traídas por un ángel, por el viento de marzo. Un viento seco, del desierto. Dice el relato, el desierto es su padre, el cometa errante es su padre.
El relato va desde la anunciación hasta el parto en Bet Lèhem, una ciudad que quiere decir “La casa del pan”. Hasta la noche del parto, cuando los mugidos del asno y del buey aplaudían la llegada del niño, una noche, tal vez la única, en la que Miriàm tuvo el niño para ella sola.
Me dieron ganas de leerlo! gracias estaba buscando algo para mis noches!
Hola Denise! es un libro de lectura muy fluida. Profundo, femenino y sencillo. Me encantaría conocer tu percepción después de que lo leas. Un saludo 😉
Me maravilló la lectura de este libro. Y las palabras tan magicas de Erri de Luca.
Ciertamente Teresa, es un libro muy bello y con una sensibilidad muy especial