Rodrigo Rey Rosa (1958) es un escritor guatemalteco contemporáneo. Ha escrito múltiples colecciones de cuentos, novelas, no ficción y recopilado antologías. Además, también se desempeña como traductor y cineasta. Rey Rosa es el autor de El material humano, cuya segunda edición fue impresa por Alfaguara en 2017.
El material humano es una novela de 195 páginas que deambula entre la ficción y lo histórico. Está compuesta por 4 libretas y 5 cuadernos que pretenden contener las notas de un escritor que realiza una investigación en el archivo histórico del Antiguo Palacio de la Policía de Guatemala. Así como el género del texto es un híbrido que oscila entre la ficción y la realidad, en las notas del narrador también se encuentra el entretejido de distintas hebras: la de la vida personal y la de la profesional, que a su vez se ven constituidas de varios hilos. La vida profesional es la de escritor e investigador, asistiendo a un taller, dando una clase, formando contactos para posibles colaboraciones; la vida personal es la de un padre, un novio, un hijo, otro cliente en un burdel. Y estás dos partes de la vida, dos hebras, entretejen. El profesor da clases a niños porque se lo pidió su novia. El investigador trata de conseguir información porque, como hijo, le secuestraron a la madre. El escritor que vive la persecución política que vino de la mano con la investigación autorizada. Hasta libreta y cuaderno son distintos en el texto de Rey Rosa, se alternan, podrían haber sido lo mismo: como la ficción y la realidad.
La novela de Rey Rosa es fraccionaria: el lector va construyendo la diégesis a través de anotaciones incontinuas, separadas a veces por días de la semana, a veces con fechas claras, a veces incluso por hora. Rey Rosa nos recuerda que la realidad se construye a través de fragmentos, que el todo está conformado por sus partes. De su nota “Una intuición: que el producto de mi trabajo de escritor podría ayudar a que el público no especializado conozca el Proyecto de Recuperación del Archivo, y a que la gente llegue a entender la importancia de un hallazgo como este” (Rey Rosa 96) podemos pensar, por ejemplo, sobre la importancia que le da la autoridad a que el público “no-especializado” piense bien de sus acciones, siendo que al público “especializado,” que podría entender estas acciones–con lo que no pretendo yo decir que el público “no especializado” no lo haría, sino ofrecer mi propia intuición del pensamiento de la autoridad–, no se le permite utilizar material del archivo a pesar de que “entre los miembros del equipo, había estudiantes … que habían solicitado permiso para usar documentos del Archivo en sus tesis o trabajos de campo, y todas las peticiones habían sido denegadas” (Rey Rosa 95). Sin embargo, la intuición misma del narrador puede no ser verdadera, y ser otra la razón por la que lo dejaron entrar al archivo. Aun así, está intuición funciona como disparador de pensamiento para el lector, permitiéndole, como cada fragmento, ir construyendo la diégesis del texto, pero más que eso, planteándose una idea propia sobre la situación de Guatemala. El método fraccionario que utiliza Rey Rosa para narrar, por cortado, por aparentemente disperso, impulsa el desarrollo de pensamiento propio para que el lector intuya también lo no-escrito y genere sus propias intuiciones.
Otras recomendaciones de lectura, también fraccionarias, también conectadas a un proyecto de investigación, son: Desierto Sonoro, de Valeria Luiselli y Linea Nigra, de Jazmina Barrera. Valeria Luiselli investiga sobre los niños migrantes en los Estados Unidos mientras vive también una compleja situación familiar criando a dos infancias. Jazmina Barrera investiga sobre la maternidad mientras atraviesa (o es atravesada por) un embarazo. Pensar El material humano en conexión con estos dos libros, que también se vinculan por la representación del archivo en su ficción, me hizo caer en cuenta que nuestras investigaciones e intereses están irrevocablemente permeadas por nuestra situación personal: Luiselli, migrante también en los Estados Unidos, madre de una niña y un niño; Barrera, madre de un niño; Rey Rosa, guatemalteco en medio de una compleja situación política. Con esto no quiero decir que Rey Rosa no pudo haber escrito sobre la paternidad, o que Barrera sólo podía escribir acerca de la experiencia de ser madre, sino notar, lo evidente, que los humanos tendemos a centrarnos en aquello que, de alguna forma, nos interesa porque nos atraviesa.
En ese sentido, Rey Rosa nos presenta un personaje principal masculino al que si bien le interesan y atraviesan cuestiones de gran importancia, es también un personaje que expone unas violencias pero es partícipe de otras, que presenta muchos elementos para activar el proceso de pensamiento del lector, pero que no muestra, a través de sus notas, mayor reflexión propia: cliente de un burdel, aparentemente desatento con su pareja: “disgusto telefónico con B+ (a causa de un atraso mío para una cita). Le digo que está fuera de sus casillas; me dice que no entiendo nada” (Rey Rosa 113); no deja entrever entre todos los fragmentos características suficientes para darle mayor profundidad tampoco al resto de los personajes. Lo personal es político: lo que le importa y atraviesa se nota; lo que ni le importa ni atraviesa también.
La novela El material humano de Rodrigo Rey Rosa nos muestra que las complejas situaciones políticas de un país están forjadas por las acciones y situaciones de cada individuo: cada policía violento, cada víctima de violencia, cada mandato autoritario, cada orden de persecución en la que un individuo arbitrariamente afecta la vida de muchos otros, cada investigador y escritor impulsados por intereses propios. Mediante el uso del fragmento como constructor de la diégesis, le ofrece al lector no sólo lo expuesto y encontrado en el archivo sino también todo lo no-dicho que se intuye a través del texto. Rey Rosa consigue entretejer un texto en el que se percibe la ausencia: de los que ya no nos acompañan, los que podrían dejar de acompañarnos, lo que no se puede decir, lo que no sabemos si se dijo. A través de la mezcla de lo personal, la investigación, y los distintos tipos de notas, el autor construye una Guatemala, víctima de muchas violencias, que le recomiendo conocer a cualquier lector.
Bibliografía
Rosa, Rodrigo Rey (2017). El Material Humano. México, D.F.: Alfaguara.
Referencias
El material humano. Anagrama. Obtenido de:
https://www.anagrama-ed.es/libro/narrativas-hispanicas/el-material-humano/9788433971913/NH_452