Baltasar Gracián es un de los clásicos más relevantes de la literatura española que durante un tiempo tuvo que sufrir el castigado de un injusto ostracismo del que se ha ido reponiendo lentamente hasta de llegar a ser hoy día uno de los autores más leídos del siglo de oro. Su forma de expresión precisa acompaña a su agudo ingenio capaz de interpretar los misterios de la vida de forma sutil e ingeniosa. Pocos pensadores como él han sabido penetrar en la entraña misma de todo lo que constituye el complejo «arte de vivir». Su realismos y sobre todo su visión pragmática de la vida le convierten en un hombre de nuestro tiempo. En sus obras se repartieron consejos que siguen siendo válidos para todo hombre o mujer avispado que va por la vida con la cautela precisa para no dejarse engañar por los demás.
“La Ética en Baltasar Gracián”
· Autor: Ángel Gutiérrez Sanz
· Reeditado por AMAZON. Año 2021 .
· ISBN 9798711405573´
· Páginas 298.
Como moralista tendríamos que decir que el p. Baltasar Gracián fue un hombre adelantado para su época, rebasando con creces las expectativas que se pudieran tener de un religioso jesuita; de hecho tuvo varios problemas con los superiores de la la orden, quienes le obligaron a firmar sus escritos con un nombre que no era el suyo . Su magisterio moral tiene en cuenta las circunstancias en que se movía el hombre de su tiempo y desde esta perspectiva trata de ayudarle, lo cual le obligó a comprometerse con actitudes verdaderamente audaces, que algunos críticos han interpretado como poco honradas , no exentas de pesimismo y rencor. Puede que este juicio sobre él jesuita sea demasiado severo. Digamos que es la vida real la que Gracián toma en cuenta a la hora de convertirse en pedagogo moral y de ella extrae unas consecuencias. Es decir la enseñanza moral de Gracián representa un magisterio que arranca de la situación real de la vida misma, algo muy distinto de lo que por aquel entonces venían haciendo los autores escolásticos que se movían en un terreno puramente especulativo y abstracto.
El ideal moral al que Gracián quiere llegar después de un proceso largo y costoso es el que vemos reflejado en una etapa de madurez y plenitud personificada en lo que se podía llamar “el hombre en su punto” , el hombre sazonado cual fruto maduro. Sin olvidarse de que en este proceso, una parte importante hay que dársela a la naturaleza, pues a unos dota de manera distinta que a otros . Ahora bien la naturaleza no lo es todo, puesto que no nacemos con cualidades totalmente constituidas sino con capacidades que pueden ser de una forma u otra enderezadas y es aquí donde toma su pleno sentido el adiestramiento moral. De este adiestramiento precisamente, el P Gracián intentó ser artífice. El presente estudio ha sido escrito con la intención de poder desvelar, al menos en parte, “el como”, el modo y las formas de las que el autor del Criticón se sirvió para llevar a cabo su propósito. Solo me resta decir al lector que este ensayo que tiene entre sus manos ha sido fruto de varios años de trabajo y pedirle también que sea comprensivo si aprecia que algunas cuestiones no han quedado dilucidadas totalmente, porque aparte de mis limitaciones, estamos ante un autor que seguramente se vio obligado a utilizar una cierta ambigüedad calculada dadas las circunstancias y condiciones personales. De cualquier forma espero que este ensayo pueda contribuir a conocer mejor a Baltasar Gracián en su faceta de pensador moralista.
