Lo que más sorprende al leer El reino de este mundo de Alejo Carpentier es viajar, como lector, al convulso, esclavista y a la vez mágico Haití del siglo XVIII, y conocer la vida de Ti Noel, que vivió en carne propia la única revolución social de esclavos de la historia humana. Ti Noel, conocedor de caballos, es el protagonista de esta novela, un esclavo que representa la riqueza y el encanto de la cultura afroantillana, dominada en aquel entonces por el colonialismo francés. Un esclavo que llega a ser libre y a dominar las artes ocultas de la transformación del hombre en otros animales. El prólogo, escrito por el mismo Carpentier en 1948, insiste por primera vez en el concepto de “lo real maravilloso” como cualidad de la realidad, tan rica en luces, magia y contradicciones, de Latinoamericana. Este enfoque, tan cultural y literario, está muy presente en esta importante obra. Lo real maravilloso caracteriza a la literatura de Carpentier y se distingue poco de otro movimiento, el realismo mágico. El reino de este mundo es la segunda novela de Carpentier, la primera fue ¡Écue-Yamba-O! (1933).
En este texto se pretende compartir una reseña de esta novela, pero con la dinámica de preguntas y respuestas. La edición consultada es esta: Carpentier, Alejo (1949), El reino de este mundo. Austral. Barcelona. 2021
¿De qué trata El reino de este mundo?
Esta novela es la historia de Ti Noel, un esclavo al servicio del Monsieur Lenormad de Mezy, un hacendado en la zona agrícola de la ciudad “Cabo francés” (hoy llamada Cabo haitiano). Ti Noel es un personaje que admira a Mackandal, un houngán, un chamán o sacerdote vudú que cuenta historias sobre los reinos de Popo, Aranda, el reino de los Nagós y de los Fulas; sobre la ciudad de Widah o Ouidah (Benin), sobre el culto a la cabra o la serpiente y sobre las costumbres de Sierra Leona. Mackandal un día pierde un brazo en el trapiche y por este accidente es considerado inútil para su amo. Mackandal, bossale (es decir, nacido en África), escapa y se refugia en el monte y desde allí conjura su contraofensiva. Gracias a preparaciones vegetales y brujería envenena a la población colona, dejando a los esclavos libres de enfermedad. Esta era una metáfora poderosa: frente al veneno que mataba a los blancos, los esclavos vivían libres del dolor y de los vómitos y así tendrían que permanecer.
Ti Noel creía en el fuego revolucionario encendido por Mackandal, quien finalmente fue capturado y llevado a la horca por los franceses, pero su talante no era tan guerrero, ni tan exaltado; sosegado, espectador, siguió bajo las órdenes de su amo Lenormad de Mezy, incluso durante la gran sublevación orquestada tiempo después por otro Houngán, al parecer venido de Jamaica, llamado Boukman. Durante la gran revuelta y expropiación de los esclavistas Ti Noel acompaña a su amo y escapan a Cuba, y aún allí seguía siéndole fiel. Hasta que su amo “lo pierde” durante una apuesta. El declive de Lenormad de Mezy es el camino hacia la libertad de Ti Noel. Eran tiempos en los que los Derechos del Hombre y la Revolución Francesa hacían eco en toda Latinoamérica.
Ti Noel, años después y libre, regresa a su hogar en las sabanas aledañas a Cabo francés. Allí en la antigua hacienda donde servía a su amo, ahora solo hay ruinas, pero ese terruño es suficiente para él, para vivir la plenitud de la vida. Desafortunadamente el rey de Henri Christophe, un antiguo cimarrón promulgado señor de los negros libres, convierte a ese nuevo mundo en un escenario más de amos y esclavos, en el que los negros explotan a los negros.
Carpentier narra la construcción de la conocida fortaleza de Sans souci, los aposentos, la ciudadela La Ferriére, los derroches y la monárquica ritualidad de Henri Christophe, la explotación de la gente incluyendo a un Ti Noel ya en la tercera edad. La sensación de injusticia que transmite este drama al lector es álgida. Más cuando después de una nueva sublevación, esta vez en manos del pueblo súbdito de este rey haitiano, le sigue un nuevo periodo de látigo y dominación, ahora en manos de los mulatos mestizos republicanos. Ti Noel “comenzaba a desesperarse frente a ese inacabable retoñar de cadenas, ese renacer de grillos, esa proliferación de miserias, que los más resignados acababan por aceptar como prueba de la inutilidad de toda rebeldía.” (2021: 147).
Parece que el humano no tiene remedio y Ti Noel se transforma en ánsar, oca, ganso, pero el grupo de aves es estrictamente tribal y no lo aceptan. Se da cuenta que no podría escapar de lo humano así. La reflexión con la que concluye la novela es interesante y honesta; dice que Ti Noel, agotado, reflexionaba que no es en el Reino de los cielos donde el hombre encuentra su grandeza, sino en el reino de este mundo, donde intenta mejorar lo que es: “agobiado de penas y de Tareas, hermoso dentro de su miseria, capaz de amar dentro de las plagas, el hombre solo puede hallar su grandeza, su máxima medida en el Reino de este mundo” (2021: 152). Ti Noel muere con su grito de batalla contra los nuevos amos, mientras un huracán barre con la isla.
¿El reino de este mundo es una novela histórica?
Esta novela no pretende ser una novela histórica, no obstante, Carpentier reflejó con el cuidado de un historiador el contexto de la sublevación que entre 1791 y 1804 llevó a la independencia de este país. En El reino de este mundo no se dan demasiados detalles sobre esta coyuntura, pero sus antecedentes y consecuencias son parte esencial del drama, ya que Ti Noel vive de cerca la preparación de la sublevación y sufre con el reinado de Henri Christophe, posterior a la independencia. Henri Christophe, Mackandal y Bouckman son personajes históricos y protagonistas de la historia real de Haití. Mario Vargas Llosa comentó acerca de esta novela que “deshacer y rehacer la historia, mudada en ficción, era la manera propia de Carpentier de inventar historias”. El Reino de este mundo tiene, no obstante, un ingrediente mágico muy presente, expresado el papel del Vudú o Voudou. La religión traída de África contiene las prácticas mágicas que permiten a Mackandal transformarse en animales y espíritus, sobrevivir en la selva y envenenar a los blancos en las haciendas. También con esta herencia Ti Noel, ya mayor, consigue también convertirse en diversos animales.
¿Cómo se ve reflejado “lo real maravilloso” en El reino de este mundo y qué quería decir Carpentier con esto?
Alejo Carpentier contrasta la maravillosa realidad, la maravillosa historia, que suscita su visita a Haití con “la agotante pretensión de suscitar lo maravilloso que caracterizó ciertas literaturas europeas de estos últimos 30 años” (2021: 05). Es decir, lo “real maravilloso” es una respuesta contra el surrealismo. No hace falta, defiende, escudriñar más en el surrealismo y en los mundos oníricos, porque la realidad sobrepasa esas invenciones. Especialmente para él, esa magia está muy presente en el crisol de culturas que es Latinoamérica, donde en cada pueblo, los bailes tradicionales son una expresión del nervio mágico que le recorre. Se refiere a un territorio donde ocurren milagros, donde la gente tiene fe: “Los que no creen en santos no pueden curarse con milagros de santos” afirma Carpentier en el prólogo de El reino de este mundo.
¿Por qué es importante la novela El reino de este mundo?
El reino de este mundo es uno de libros más influyentes de la literatura latinoamericana y uno de los más leídos. En Cuba, ciertamente es una novela destacada, así como toda la obra de Alejo Carpentier, un escritor nacido en Suiza, hijo de padres europeos, pero que tenía a Cuba como a su patria, a la revolución como parte de su confesión de vida y a Latinoamérica como una tierra mágica, con desbordante riqueza, por la cual merecía la pena luchar. El reino de este mundo es una obra que de forma continua ha hecho parte de los programas de educación primaria y secundaria de las escuelas latinoamericanas, desde Tijuana hasta Ushuaia, un gran ejemplo con el que los jóvenes estudiante se introducen en el mundo de la literatura.
Es una de las primeras novelas de Carpentier y en ella expone su idea sobre “lo real maravilloso”, una esencia en la cultura e historia de los pueblos latinoamericanos. Además, la novela no es solo una oda a lo mágico, sino una reflexión sobre la esclavitud y la libertad. Una enseñanza, en manos de Ti Noel, que tanto había visto sobre la naturaleza humana. También cabe decir que esta novela senta bases del desarrollo de otras obras posteriores como Los pasos perdidos, Los fugitivos y El camino de Santiago (estos dos últimos publicados en Guerra del tiempo).
¿Cómo está compuesta la novela El reino de este mundo?
La novela El reino de este mundo está compuesta de 4 partes y 26 capítulos cortos en total. La edición citada consta de 153 páginas. Está narrada en tercera persona, consistentemente. En la última página Carpentier firma: “Caracas, 16 de marzo de 1948”, fecha en la que termina el manuscrito y en la que, por entonces, residía en Venezuela, fruto de un autoexilio. La novela fue publicada en México en 1949.
Los 26 capítulos cortos le dan un ritmo a la lectura. Cierto bit, como golpes de tambor. Muy rápido el lector se entera de un segmento importante de toda la historia, provocando la lectura del siguiente capítulo. No da margen a que el lector, especialmente un lector sin una amplia experiencia lectora, se pierda en la densidad del relato. Si bien Carpentier se caracteriza por un estilo neobarroco, su narración no es densa ni soporífera, logrando que sea un excelente libro para lectores jóvenes que apenas descubren el placer de la lectura.