«El lujo disfrazado de miseria» Reseña literaria de Los quintos infiernos de William Guillén Padilla

reseña de Los escritos del Oidor
4.9
(11)

“Es inteligencia. Es imaginación. Es encanto. Es chispa. Es genio. Es el germen de la historia. En los textos de William Guillén Padilla -sobrios, fascinantes, elocuentes- todo ello se hace visible. Su obra es poesía leída con los ojos cerrados” (Internacional Microcuentista, 2011). En «Los Quintos Infiernos», un microcuento publicado en el libro «Los escritos del Oidor» de William Guillen Padilla, el narrador anticipa su mudanza al barrio más desfavorecido de la ciudad, acompañado de su pareja embarazada y su suegra quién decidió seguirlos. Sin embargo, durante la trayectoria el narrador se verá envuelto por las constates críticas de la suegra.

Adivina a dónde llevaré a vivir a su hija favorita
al barrio más pobre de mi ciudad, sin agua, sin luz,
con el arenal que convertirá nuestras pieles
en las de lagartijas y culebras
(Guillen, 2006, p.62).

La constante presencia y los comentarios negativos de la suegra afectan significativamente la relación del narrador y su pareja, así como su percepción de su nueva vida en el barrio mas pobre de la ciudad. La repetición insistente de frases ofensivas hacia el narrador refuerza la desaprobación y preocupación de la suegra, mientras que la mención de «su hija favorita» sugiere un afecto especial, intensificando su preocupación. Aunque el narrador y su cónyuge asienten con resignación, la presión constante ejercida por la suegra crea un ambiente de desánimo y duda. Esta situación nos lleva a reflexionar sobre el impacto de las opiniones negativas y desalentadoras en nuestras decisiones personales. A pesar de la actitud crítica de la suegra hacia la mudanza, es esencial recordar que cada individuo tiene el derecho de tomar decisiones que consideren adecuadas para su vida. En lugar de dejarse influenciar por opiniones negativas, es fundamental mantener la confianza en uno mismo y buscar apoyo y recursos para superar los obstáculos. Cada persona tiene el derecho a forjar su propio camino hacia la felicidad y el éxito, independientemente de las opiniones externas.

Miserable, si no fuera porque mi hija está embarazada…
Para asegurarse de que nuestro sufrimiento sea completo,
horas antes se colocó sus tacos altos y cargó su saco de piel de cocodrilo,
para acompañarnos a nuestro nuevo barrio,
si así puede llamarse
(Guillen, 2006, p.62).

En este ambiente de angustia y resignación, matizado por una ironía palpable en la narrativa, la palabra «miserable» refleja la profunda desdicha del narrador, especialmente ante el embarazo de su pareja, que añade un peso adicional a su situación. La suegra, con su actitud desdeñosa y rodeada de lujos, introduce una contradicción significativa. Su comportamiento aparentemente complaciente oculta una resignación sarcástica, revelada a través de acciones como calzarse tacos altos y cargar un saco de piel de cocodrilo. Estos detalles resaltan su desdén y superficialidad, contrastando con la gravedad de la mudanza, y subrayan las tensiones y expectativas sociales presentes en la familia. Este contexto nos lleva a reflexionar sobre el impacto de las palabras despectivas en las relaciones familiares. La actitud crítica y ofensiva de la suegra hacia el narrador y su pareja muestra una clara falta de apoyo y empatía. Es fundamental recordar que nuestras decisiones y relaciones no deben ser definidas por opiniones negativas externas. Mantener la confianza en uno mismo y rodearse de un entorno positivo y de apoyo es esencial para construir relaciones saludables y superar obstáculos. En última instancia, cada individuo tiene el derecho de buscar su propio camino y encontrar la felicidad y el éxito en sus propios términos, independientemente de las percepciones negativas de los demás.

—Esta es la chocita donde viviremos, querida suegra
—le digo, señalando, desde el ómnibus,
el edificio de cincuenta pisos de propiedad de mi padre,
el más grande constructor que al Perú ha llegado
(Guillen, 2006, p.63).

La crítica y menosprecio de la suegra hacia el narrador y su pareja durante el viaje a su nuevo hogar impactan significativamente su autoestima y confianza. La suegra cuestiona la decisión del narrador de mudarse con su hija embarazada a un lugar que considera inadecuado, mostrando desaprobación hacia ambos. A pesar de esta hostilidad, el narrador recuerda el consejo de su madre sobre la importancia del silencio en situaciones conflictivas, optando por la contención y prudencia. Al llegar a su destino, el narrador rompe su silencio y confronta a la suegra señalando un edificio de cincuenta pisos, propiedad de su padre, un prominente constructor en Perú. Esta revelación inesperada desafía la percepción negativa de la suegra, mostrando que pertenecen a una familia de influencia y recursos, alterando sus expectativas sobre el narrador y su cónyuge. La situación resalta la importancia de mantener la confianza en uno mismo y en las decisiones personales a pesar de las opiniones negativas de los demás, y nos invita a reflexionar sobre el impacto de las palabras desalentadoras en nuestras relaciones familiares y autoestima. Romper el silencio y mostrar la realidad de nuestro nuevo hogar puede desafiar las percepciones negativas y reafirmar nuestro valor.

Mira a mi suegra con dulzura y le comunica que un buen puesto le ha conseguido, pues sospechaba que vendría con nosotros: domadora de tiburones en la piscina gigantesca de nuestra lujosísima residencia (Guillen, 2006, p.63).

El gesto del padre del narrador hacia la suegra, al ofrecerle un puesto inusual como domadora de tiburones en la lujosa residencia, representa un momento destacado en la narrativa, reflejando su generosidad y habilidad para abordar las tensiones familiares con humor y creatividad. La propuesta de un puesto tan peculiar sugiere un intento de integrar a la suegra de manera inesperada y humorística, desafiando las expectativas convencionales. Al ofrecerle un rol tan extravagante, el padre utiliza la ironía para suavizar las tensiones y mostrarle que, a pesar de sus críticas, hay un lugar para ella en su nuevo entorno. Este gesto subraya la naturaleza sorpresiva del cuento, donde la ironía se convierte en una herramienta narrativa poderosa que Guillén Padilla maneja con destreza, revelando la complejidad de las relaciones familiares. El contraste entre la actitud amable del padre y la actitud crítica de la suegra resalta la importancia de la aceptación y el apoyo familiar, contribuyendo al tono de reconciliación y afecto que domina la escena y demostrando cómo la amabilidad y la consideración mutua pueden fortalecer los lazos familiares y promover relaciones afectuosas.

Reseña escrita por: Alex Edwar Varela Aguirre, Alex Eduardo Zelada Bazán, Jhordan Briones Rodriguez

REFERENCIAS BIBLIOGRAFICAS:

Guillén Padilla, W. (2006). Los Quintos Infiernos. En Los escritos del oidor (pp. 62-63). Municipalidad Provincial de Cajamarca.

Goicochea Cruzado, A. (2007). Los escritos del oidor. Municipalidad Provincial de Cajamarca y Petroglifo.
https://www.oocities.org/wguillenpadilla/narra.htm
https://www.oocities.org/wguillenpadilla/LEDO.pdf

Medina Sánchez, B. (2007). Los escritos del oidor. Lluvia Editores.

Internacional Microcuentista. (2010). Breve entrevista a William Guillén Padilla
https://revistamicrorrelatos.blogspot.com/2011/05/breve-entrevista-william-guillen.html

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