“Contra el fascismo” (2018) es la transcripción de la conferencia titulada “El fascismo eterno” que Umberto Eco (1932-2016) pronunció en 1995 en la Universidad de Columbia de Nueva York. Se trata de un breve escrito de apenas 62 páginas en el que el autor presenta, en primer lugar, una serie de vivencias personales de su juventud relacionadas con el fascismo italiano, y en segundo lugar, un total de catorce características gracias a las cuales podemos identificar al fascismo pero aclarando que “tales características no pueden quedar encuadradas en un sistema; muchas se contradicen mutuamente, y son típicas de otras formas de despotismo o fanatismo, pero basta con que una de ellas esté presente para hacer coagular una nebulosa fascista” (Eco, 2020, p.33).
El objetivo de la obra es ofrecer al lector una serie de características que le permitan identificar al, denominado por Eco, ur-fascismo o fascismo eterno, algo así como el mínimo común múltiplo de todos los fascismos pasados y presentes (en otras palabras: el fascismo primitivo, el protofascismo, el primer fascismo…).
Eco advierte al lector que el fascismo es muy amplio. Esto es así porque el fascismo no parte de una ideología cerrada, sino que se transforma y adapta continuamente (razón por la que Eco establece esas catorce características que nos permitan identificarlo siempre). Dicha transformación y adaptación se debe a que es posible eliminar de un régimen fascista uno o más aspectos propios del fascismo pero seguir reconociéndolo como fascista: “Quítenle al fascismo el imperialismo y obtendrán a Franco o a Salazar; quítenle el colonialismo y obtendrán el fascismo balcánico. Añádanle al fascismo italiano un anticapitalismo radical (que nunca fascinó a Mussolini) y obtendrán a Ezra Pound. Añádanle el culto a la mitología celta y el misticismo del Grial (completamente ajeno al fascismo oficial) y obtendrán a uno de los gurús fascistas más respetados: Julius Evola” (Eco, 2020, p.32-33). En definitiva, en términos generales, “el fascismo [es] un totalitarismo fuzzy” (Eco, 2020, p.25) pues no se trata de una ideología monolítica sino más bien de un collage de diversas ideas políticas y filosóficas (y muchas veces contradictorias).
Las catorce características fundamentales de ur-fascismo son:
- El culto de la tradición, de la cual se deriva la siguiente;
- El rechazo del modernismo;
- El culto de la acción por la acción;
- No poder aceptar, en tanto que forma de sincretismo, el pensamiento crítico;
- Percibir el desacuerdo como un signo de diversidad;
- Surgir de la frustración individual o social;
- Decir que el mayor privilegio de una persona es haber nacido en su país;
- Que sus seguidores deban sentirse humillados por la riqueza que ostenten los enemigos y por su fuerza;
- Entender que no hay una lucha por la vida sino más bien una vida para la lucha;
- El elitismo en tanto que ideología reaccionaria y/o aristocrática;
- Educar para que cada uno aspire a convertirse en un héroe;
- Proyectar su voluntad de poder a cuestiones sexuales;
- El populismo cualitativo;
- Hablar la “neolengua”, es decir, intervenir en los textos educativos, en el léxico, etc…
Para terminar, Eco advierte de que “el ur-fascismo está aún a nuestro alrededor, a veces vestido de paisano (…) [y que] puede volver todavía con las apariencias más inocentes” (Eco, 2020, p.60). El fascismo se adapta a los tiempos y muta de lenguaje: la próxima vez no vendrá con los mismos uniformes que llevaba a principios del siglo XX. Es por esto que, si no queremos repetir los horribles sucesos protagonizados por el fascismo, nuestro deber no será otro que “desenmascararlo y apuntar con el índice a cada una de sus formas nuevas, todos los días, en todos los rincones del mundo” (Eco, 2020, p.60).
Bibliografía utilizada para escribir esta reseña:
Eco, Umberto (2020): Contra el fascismo. Lumen, Barberá del Vallés.