Querida Liliana:
Te leí finalmente. Tengo entre mis manos El monstruo pentápodo, una novela que te publicó Tusquets en 2016. Hay tantas ideas arremolinándose en mi cabeza para escribir, que no sé por dónde comenzar.
Ahora mismo me acuerdo de cuando entré a la universidad a estudiar Letras y los maestros se afanaban en enseñarnos a usar notas al pie, recurrir a la crítica literaria para respaldar nuestros argumentos —como si lo que pensáramos fuera insostenible y tuviera que venir una autoridad a darnos el visto bueno de tal o cual elemento narrativo—, entonces no me atrevía a hablar de nada, porque parecía que ya todo estaba dicho en el canon de la Literatura. Ahora mira, te estoy escribiendo una epístola para hablar de tu novela; lo hago porque dan ganas una vez que se termina el capítulo al que nombraste “Gnomo”, en la página 237.