Victoria Accoramboni, al igual que otras mujeres en los relatos de Stendhal, es encantadora, bella, especial, única: “podemos decir que solo no viéndola era posible no adorarla” (1970: 73). Este relato también declara ser una literatura histórica; al igual que en el relato «Los Cenci«, el cuento “Victoria Accoramboni. Duquesa de Bracciano” sería la exposición de unos acontecimientos históricos: “esto no es una novela sino la traducción fiel de un relato escrito en Padua en 1585” afirma el autor. Como si fuera un documentalista o un historiador Stendhal expone que al buscar pinturas antiguas en Italia alguien le ofrece manuscritos previos al año 1600, 22 volúmenes, en los cuales encuentra la historia de Victoria Accoramboni.
En el prólogo de la edición leída (Biblioteca básica Salvat RTV, 1970), Consuelo Berges señala que Standhal se llamaba a sí mismo “un observador del corazón humano”, lo que hoy sería un psicólogo o un sociólogo, afirma la prologuista.
El relato es sencillo, pero está muy bien narrado, exponiendo un contexto de interés para el autor: la aristocracia romana del siglo XVI. La hermosa Victoria se casa con Félix Peretti, sobrino del severo Cardenal Montalto, futuro papa Sixto V. El amor de Félix roza la locura y el Cardenal la tiene en altísima estima, tanto que Victoria y sus hermanos son acogidos bajo su ala. Por una carta supuestamente escrita por Marcelo Accoramboni, Félix sale en la noche a encontrar este amigo, pero como todos temían, dada la inseguridad en Roma, alguien lo asesina. Las sospechas recaen sobre el príncipe Pablo Giordano Orsini, duque de Bracciano, quien la cortejaba desde tiempo atrás. Stendhal da a conocer el carácter del Cardenal Montalto, quien permanece imperturbable y frío frente al príncipe Orsini. Victoria y Orsini se casan poco después de la muerte del papa Gregorio XIII, el mismo día en que el nombrado cardenal se convierte en el papa Sixto V.
El príncipe Orsini teme que el nuevo papa actúe en contra suyo y se muda a Padua, en la República de Venecia. Allí muere, dejando una gran herencia a Victoria, y el título de duque al hijo que había tenido con su primera mujer: Virginio Orsini. Victoria muere a manos de una banda de atracantes y se descubre que el príncipe Luis Orsini estaba detrás del crimen, no por su propia iniciativa, sino siguiendo órdenes de Virginio Orsini. En la república de Venecia Luis Orsini y sus compañeros, algunos nobles, son condenados a muerte.
El cuento parece un tipo de noticia del pasado traída a los lectores del siglo XIX que empezaban a creer en el progreso y la ciencia. Una noticia con ingredientes que despiertan la atención en torno a crímenes y la suerte de una bella, admirada e impotente Victoria Accoramboni. Un relato donde se menciona el amor, pero que no se extiende en la explicación de este sentimiento como si lo hace mucha literatura romántica por aquel entonces. Stendhal advierte al lector que se trata de un relato directo, grave, “soberanamente oscuro”, “no esperes las emociones arrebatadoras de George Sand” (1970: 73); George Sand, pseudónimo de Aurore Dupin, era su contemporánea, muy popular a inicios del siglo XIX, una exponente de la novela romántica francesa.