“El arca y el aparecido (aventura española)” es un cuento de Stendhal que cuenta con varios ingredientes propios de su literatura y exploraciones humanas. No en vano el título incluye el paréntesis “(aventura española)”, porque con este relato expone que se trata de una historia propia de españoles, situada en el pueblo de Alcolote y en Granada. Las emociones, relaciones y sentires de los nacionales de un país es un tema característico del romanticismo y Stendhal lo exploraba en sus relatos. Además, él mismo era sensible a ello gracias a sus viajes.
En este cuento estamos en algún año de inicios del siglo XIX, en “mayo de 18…” indica el autor, y también encontramos una bella mujer que soporta todo el peso dramático: Inés. Es la hija de un buen hombre y va a casarse con un joven a quien corresponde, llamado Don Fernando de la Cueva. Éste tiene un pequeño capital que aseguraría el bienestar de su esposa y también del padre de ella, don Jaime Arregui. Desafortunadamente para todos, Don Blas Bustos y Mosquera, un temido policía, también corteja a Inés y ofrece más capital y más poder. Impone su voluntad y encarcela y después destierra a don Fernando.
Don Blas es celoso y pide a Inés despedir a su amiga y doncella, Sancha. Inés acepta si Don Blas libera a todos los presos de la cárcel de Torre Vieja. Las dos peticiones se cumplen. Gracias a esto Sancha deja el Palacio de la inquisición, donde vive Inés y Don Blas, y abre un negocio de mercancías. En ese entonces Don Fernando de la Cueva regresa de su exilio en Palma de Mallorca y se encuentra con Sancha, quien le da detalles de lo sucedido.
Don Fernando persuade a Sancha de esconder en casa de Inés un arca con mercancías con él adentro. Así logra llegar de nuevo a Inés y tras arduas reflexiones morales se confiesan su imperecedero amor. Pero Don Blas detecta todo y logra descubrir que Inés ocultaba algo. Como última solución, Inés se interna en un convento para escapar a la furia de su marido. Pero todo es en vano, alguien la asesina adentro del convento. También el hermano de Sancha, que había ayudado en esta aventura, y don Fernando son descubiertos y decapitados en la plaza de Granda.