Acerca de Doce cuentos peregrinos y su prólogo, lectura personal

Reseña de Doce cuentos peregrinos de García Márquez
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El libro de cuentos “Doce cuentos peregrinos” de Gabriel García Márquez ocupa un lugar muy singular en este género literario porque tiene un prólogo muy interesante, “confesional”, podríamos decir. En él Gabo explica su proceso creativo y vivencias que llevaron a la publicación de este libro. En su prólogo “Porqué doce, porqué cuentos y porqué peregrinos” explica cómo llegó a escribirlos y, más o menos, de qué experiencias personales provienen. Más que una explicación, es un gesto de apertura del escritor con sus lectores. Doce, porque son los que superaron su propio filtro; fueron 64 prototipos o apuntes acumulados durante años, pero muchos fueron desechados u olvidados. Cuentos, porque este género le ofrecía el mejor terreno para dar forma a esos apuntes que había acumulado tras sus diversos viajes y estadías en Europa. Peregrinos, porque estos cuentos conllevan ese “peregrinaje” de Gabo por Europa y porque los mismos escritos tuvieron su propio peregrinaje a lo largo de los años en el taller del escritor.

Los doce cuentos peregrinos tienen varias características que los vinculan entre sí. Por ejemplo, las historias en estos cuentos ocurren en Europa; en diversos países y ciudades en los que Gabo estuvo por estudios, trabajo o placer: Ginebra, Madrid, Barcelona, París, Nápoles, Roma, Viena. El único cuento que no ocurre en una ciudad sino en un avión es “El avión de la bella durmiente”, un cuento acerca de la atracción de un hombre sobre una hermosa y joven mujer que duerme durante un vuelo transatlántico. Dice el texto “Siempre he creído que no hay nada más hermoso en la naturaleza que una mujer hermosa”. Este cuento parece revelar cierto punto de vista personal, cierta intención biográfica del autor en su obra; narrado en primera persona, y después de leer el mencionado prólogo, el lector se ve invitado a identificar que el personaje que habla en el cuento es el propio autor. Su anécdota, su confesión. No obstante, es claro ver que en el cuento ya no está el autor ni su vida ni su intención. En la obra solo hay un texto. En el cuento solo hay puro cuento.

En otros relatos como “Me alquilo para soñar”, el narrador es un escritor caribeño, come en un restaurante en Barcelona junto a la vidente Frau Frida y el poeta Pablo Neruda, o en el cuento “La luz es como el agua” un escritor colombiano vive en Madrid con su familia, o en “El verano feliz de la Señora Forbes” un escritor caribeño pasa una temporada en Sicilia; es por lo menos tentador pensar que son historias que atañen a la vida personal del mismo Gabriel García Márquez. No obstante, una vez escritas y publicadas estas historias, estas anécdotas, estas vivencias, lo biográfico pierde importancia, ya no es el autor quien habla sino es el texto, el autor es devorado por la misma fuerza del género literario, la escritura es lo queda, y no permite que nada, nada, escape de su reino.

Prólogo de Doce cuentos peregrinos
Prólogo de Doce cuentos peregrinos

No sabemos qué tanta ficción hay, de hecho, en ese recordado prólogo. Puede ser que, secretamente, García Márquez haya querido hacer un prólogo que en realidad es otro de sus cuentos, pero disfrazado de prólogo, y así contrastar su propia verdad (y memoria) con el acto de escribir literatura. Todo esto hace recordar que en los estudios literarios se subraya y se estudia “La muerte del autor” en la obra literaria (ver el texto de R. Barthes de 1968 “La muerte del autor”). La muerte del autor es el nacimiento del lector; esta postura reconoce que todo escrito es en realidad un “re-escrito” y que los textos del autor no le pertenecen a él sino a la historia y a la cultura; “la escritura es la destrucción de toda voz, de todo origen”, afirma Roland Barthes. El autor no existe más en la escritura.

Pero novelas y cuentos tan autobiográficos, en apariencia, como algunos de los 12 cuentos peregrinos sugieren al lector totalmente lo contrario. Se dice que la antigua crítica literaria buscaba descifrar al autor y su intención entre las líneas y dramas escritos. Pero la perspectiva de “La muerte del autor”, por el contrario, versa sobre la obra literaria como un mundo en sí mismo, como patrimonio cultural, colectivo, y no como patrimonio personal del autor. “Es el lenguaje, y no el autor, el que habla” afirma Roland Barthes; si reflexión viene de una escuela que resaltaba cierto determinismo del signo y el significado. “La muerte del autor” pone en valor al lector y las múltiples interpretaciones que cada uno puede hacer de una obra; es un tema que tiene que ser, inevitablemente, interdisciplinar, porque la escritura es un fenómeno sociocultural; extensos y diversos estudios y debates hay sobre ello, por ejemplo, el artículo de Juan Manuel Zapata “Muerte y resurrección del autor. Nuevas aproximaciones al estudio sociológico del autor”.

Títulos en los doce cuentos peregrinos

Los 12 cuentos que componen la publicación son los siguientes:

  1. Buen viaje, señor presidente
  2. La santa
  3. El avión de la bella durmiente
  4. Me alquilo para soñar
  5. “Solo vine a hablar por teléfono”
  6. Espantos de agosto
  7. María dos prazeres
  8. Diecisiete ingleses envenenados
  9. Tramontana
  10. El verano feliz de la señora Forbes
  11. La luz es como el agua
  12. El rastro de tu sangre en la nieve

Doce cuentos caribeños en Europa

Un ingrediente llamativo en los 12 cuentos mencionados es que a menudo los personajes son caribeños o colombianos. Por ejemplo: el presidente derrocado de alguna nación del caribe que intenta curarse en Ginebra en el cuento “Buen viaje, señor presidente”, o el tolimense Margarito Duarte que viaja a Roma para hacer canonizar a su difunta e ingrávida hija en el cuento “La santa”, o la vidente y lectora de sueños colombiana llamada Frau Frida que había hecho fortuna en Viena en el cuento “Me alquilo para soñar”, o la riohachera Prudencia Lineros que viaja en barco desde Riohacha hasta Nápoles para cumplir su penitencia en el cuento “Diecisiete ingleses envenenados”. El único cuento en el que no hay un evidente “ingrediente caribeño” es “Solo vine a hablar por teléfono”, en el cual una mujer con el coche averiado en la autopista, María, termina internada en un sanatorio cuando solo buscaba un lugar para llamar a su marido. El cuento tiene lugar en Cataluña y hace pensar cuán distinto era buscar un teléfono para llamar a alguien en el mundo previo a los teléfonos móviles.

Los doce cuentos “caribeños” en Europa caben de alguna forma en la literatura de viajes y guardan una relación con un fenómeno que ha ido creciendo: los viajes por estudios y trabajo de los colombianos en Europa y Estados Unidos. Un fenómeno que también ocurre en otros orígenes alrededor del mundo. Ya que Gabo reflexiona sobre el cuento en el prólogo de este libro, he apuntado mientras leía que un cuento es como una canción de la radio (simplificando). Dura poco, cualquier cosa entre 2 o 10 minutos (o más, en los cuentos largos). En el cuento y en la canción no se resuelve el meollo del asunto, puede ser solo un pensamiento. Es solo un fragmento, un periplo. Incluso hay microcuentos que son un diminuto fragmento, como algunos de Augusto Monterroso. Aunque, pensándolo bien, una canción de la radio es más bien algo que alguna vez fue un poema. Y el cuento es otra cosa, tal vez está más cercano a un recuerdo.

Breve análisis de El rastro de tu sangre en la nieve

Este cuento es el que más sorpresa y admiración me ha generado. Una pareja conformada por una joven mujer y un joven hombre, caribeños, cartageneros, de familias pudientes y reconocidas, viajan a Madrid después de su matrimonio. Sus nombres: Nena Daconte y Billy Sánchez. (En la vida real hay una cantante española que le ha puesto a su banda el nombre de Nena Daconte). En el aeropuerto español la delegación oficial los recibe con pompos y un coche deportivo para él (estereotipo masculino = coche deportivo). En algún momento durante esta recepción ella se pincha un dedo con la espina de una rosa. Un accidente que recuerda aquel antiguo cuento “Sol, Luna y Talía”, en el que la bella Talía cae en un gran sueño después de pincharse el dedo.

La joven pareja viaja con rumbo al país vasco. Pero el pinchazo había abierto una puerta imposible de cerrar. Durante todo el cuento es evidente que la pareja puede cubrir cualquier tipo de gasto, es como una aventura de un príncipe y una princesa del consumo en los tiempos modernos. La princesa es más refinada y educada, mientras que el príncipe es más bárbaro e impulsivo, ella más racional, él más ignorante. Así ha caracterizado el autor a estos dos personajes, lo cual ha llevado a análisis que ven una expresión de la “Civilización y la Barbarie” en este cuento, como en el análisis de Javier Eduardo Jiménez “Tras las huellas de la barbarie y la civilización en El rastro de tu sangre en la nieve”.

Nena y Billy sobrepasan Biarritz y siguen viajando hacia el norte. Todo ocurre en inverno, lo cual permite hacer un contraste entre el tiempo tropical del Caribe y la nieve en Europa. El rastro de la sangre en la nieve es una imagen poética que acompaña al relato desde su título. Una vez llegados a París, el goteo rojo del dedo no mermaba, obligándolos a buscar un hospital. El fatum trágico se veía venir. El rastro conduce a un fin, siempre.

Billy Sánchez queda retratado como un ser básico que poco puede hacer para adaptarse a su inesperada situación mientras Nena Daconte está internada en el hospital. Apenas logra subsistir comiendo lo que encuentra. Ni siquiera dispone de los datos de contacto de sus allegados, porque la libreta se la ha quedado Nena. Es poco más que un bruto útil. Billy espera todos los días que le han dicho para ver a Nena, y al final descubre que ella ha muerto desangrada. Tal vez el elemento mágico es esta muerte, producida por una mínima brecha. Él y ella son retratados como dos personajes pasionales, hermosos y acaudalados, pero finalmente, inmensamente frágiles.

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Autor: Julián Bueno

Escribir reseñas y análisis de libros es una manera de volver a ellos a través de nuestros apuntes. En Lectura-abierta.com todo el mundo está invitado a publicar sus experiencias de lectura. Soy antropólogo y consultor digital, me interesan los contenidos en internet, la literatura, la filosofía y el arte.

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